Si conoces a una persona que tiene comportamientos suicidas o muestra señales directas o indirectas de riesgo suicida, debes tener presente que el deseo de morir es ambivalente y a menudo transitorio. Por lo anterior, es importante dirigir la ayuda que vas a entregar en apoyar el deseo de vivir de la otra persona y también en buscar esperanzas de solución a su malestar.
Los pensamientos recurrentes de muerte pueden aparecer en cualquier persona y en cualquier momento de su vida. Pueden generarse por diversas vivencias o motivos que producen emociones y sentimientos que pueden ser confusos, abrumadores y angustiantes.
En instancias como estas los pensamientos sobre la muerte pueden aparecer sin esperarlo, así como también pueden permanecer latentes en algún lugar de tu mente o ir y venir cuando surgen situaciones que te generan malestar.
Frente a lo anterior, es importante que sepas que no estás solo o sola, las personas que tienen o han tenido pensamientos de muerte, muchas veces no desean morir, sino solo encontrar la forma de terminar con ese dolor agobiante y abrumador, por lo que con el apoyo de cercanos y de ayuda profesional es posible encontrar las herramientas para salir adelante.
Dado que no existen formas correctas o incorrectas de buscar esa ayuda, acá te damos algunos consejos que puedes seguir si has tenido pensamientos de muerte:
- Hablar del suicidio no provocará que tus deseos por concretarlo aumenten, al contrario, expresar y comunicar como te sientes aliviará algunos de los sentimientos que estás experimentando.
- Pensar en el suicidio y hablar de él no es signo de debilidad, no debes sentirte culpable por ello, es importante que pongas atención a tus emociones y sepas que puedes estar mejor.
- Tener pensamientos de muerte o conductas suicidas son signos de malestar emocional grave, por eso es importante buscar redes de apoyo.
- Busca hablar con alguien de tu confianza sobre cómo te sientes (familia, amigos, profesores, compañeros, etc).
- Permite que otras personas te entreguen un lugar de escucha, apoyo, validación y contención sin juicios. A veces una muestra de cariño puede ser muy aliviadora y puede ayudar a encontrar algunos caminos de mejora.
- Busca ayuda de profesionales como médicos, consejeros, docentes, psicólogos y psiquiatras, ellos te ayudarán a encontrar herramientas para enfrentar de forma saludable tu malestar.
- Si crees que estás en peligro o riesgo inminente de hacerte daño, ponte en contacto con un servicio de emergencia, con nuestro CHAT QUÉDATE, o habla con algún familiar o adulto significativo que pueda acompañarte a un centro de salud.
- Haz un test (online) para ver si tienes tendencia al diagnóstico de Trastorno Anímico Bipolar (TAB) y en caso positivo, busca ayuda profesional. Un TAB tratado puede prevenir el suicidio del paciente.
- Entérate de los beneficios del apoyo entre pares. No estás sol@ en la ideación suicida. Muchos la manejan con experiencia y pueden prestarte esperanza. Tú tambien puedes aprender a manejarla y transformate en un generador de esperanza para otros.
Organización Mundial de la Salud. (2021). Folleto – Si sientes que no vale la pena vivir. https://www.paho.org/es/documentos/folleto-si-sientes-que-no-vale-pena-vivir.
Canadian Association For Suicide Prevention. (2023). I’m Having Thoughts of Suicide. https://suicideprevention.ca/im-having-thoughts-of-suicide/
La muerte por suicidio siempre es traumática y el nivel en que afecta a las personas que quedan en este mundo después de perder a un ser querido depende del vínculo que haya existido entre estas. Mientras más estrecho el vínculo haya sido, más largo y complejo será el proceso de duelo.
El duelo en sí no es una enfermedad, sino un proceso adaptativo que variará mucho entre una persona y otra en términos de duración, intensidad, expresión de emociones y sentimientos. Por eso es importante respetar la forma en que cada quien se enfrenta al duelo. Dentro de una misma familia puede que un miembro llore, grite o sienta rabia contra su ser querido la mayor parte del tiempo, mientras otro puede llevar su dolor, pena, sensación de fracaso, angustia, desamparo en privado y no mostrar a nadie lo que está experimentando. Igualmente, es necesario entender que los tiempos son muy personales y alguien puede volver a funcionar casi normalmente en términos de meses, mientras que otras personas requerirán varios años.
Para trabajar estos duelos de forma saludable, se recomienda participar de grupos de ayuda mutua para sobrevivientes de pérdida por suicidio, donde cada persona recibirá comprensión, compañía, apoyo y derivación en caso de detectarse algún problema de salud mental o riesgo suicida. Si no fuera posible o deseable, es aconsejable consultar con profesionales de la salud cuando la persona en duelo no logra dormir bien, cuando se sospecha depresión u otro trastorno de salud mental y, en general, cuando existen dudas sobre su estado.
Jackson, J. (2003). SOS: A Handbook for Survivors of Suicide. Washington D.C.: American Association of Suicidology.
https://suicidology.org/wp-content/uploads/2019/07/SOS_handbook.pdf
Fundación José Ignacio ofrece grupos de ayuda mutua gratuitos para sobrevivientes de pérdida por suicidio. Para inscribirte sólo debes escribir a contacto@fundacionjoseignacio.org